jueves, 7 de julio de 2011

El Historiador

   Al historiador le interesa conocer un sector de la realidad, la historia tiene como objetivo el esclarecimiento racional de ese sector. Sin proponérselo la historia cumple una función: la de comprender el presente.

   Desde que empezó a vivir en comunidad el hombre tuvo que crear interpretaciones conceptuales que explicaran su situación ante el mundo en un momento dado, lo hizo a través del lenguaje. En los pueblos primitivos se originó a través del mito, trazaban el orígen de la comunidad. Agunos invocaron leyendas para justificar su presencia en un determinado lugar. Algunos pueblos, por ej. atribuyen su orígen a un antepasado divino, semejante al hombre, cuyas actividades, fundadoras de costumbres y o instituciones, narran los mitos. El toteismo remite a la génesis de una colectividad humana: hay clanes que nacieron de un determinado animal, otros, de otro; esto explica la peculiaridad de sus caracteres y hábitos. Pareciera que, de no remitirnos a un pasado, el presente resultara incomprensible.

  La función que cumplía el mito en las sociedades primitivas la cumple la historia en las sociedades desarrolladas. La historia quizás nazca,  como lo notó Marc Bloch, de lo que él llamó: "ídolo de los orígenes" o "ídolo de los principios"; esto es la tendencia a pensar que al hallar los antecedentes temporales de un proceso, descubrimos también los fundamentos que lo explican.

   Entonces, la historia admite que el pasado da razón del presente; pero a la vez, supone que el pasado sólo se descubre a partir de aquello que explica: el presente. El presente plantea los interrogantes que incitan a buscar el pasado. Es frecuente que los intereses particulares del historiador ligados a su situación, dirijan intencionalmente la selección de datos, la argumentación y la interpretación, a modo de demostrar la existencia de una situación pasada que satisfaga sus intereses.

   La historia ofrece a cada individuo la posibilidad de trascender su vida personal en la vida de un grupo. Al hacerlo, le otorga un sentido y una forma de perdurar en la comunidad. La historia es también una lucha contra el olvido.

Fuente: Luis Villoro (pag.35-52)

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